Debemos hacer ver a nuestros porteros la importancia de un buen calentamiento, ya sea tanto en los entrenamientos, como en los partidos.
En los entrenamientos estamos nosotros para hacérselo ver. Ahora, en los partidos es muy difícil que podamos controlar a todos los porteros que entrenamos. Con lo cual con una buena base de calentamientos en pareja, es mas que suficiente.
Hay que hacer ver a nuestros chicos, que el portero suplente debe de ayudar al titular a calentar en condiciones. Que somos compañeros, no enemigos y que entre porteros nos debemos solidarizar siempre (Hoy por ti mañana por mi).
Para evitar lesiones, debemos estirar y calentar todos los grupos musculares del cuerpo.
Primero con una carrera continua suave con balón, para elevar la tasa cardiaca. Seguido de unos ejercicios de estiramiento. Movimientos específicos del juego. Y por ultimo trabajo con el balón. Hay que conocer el balón, sobarlo con mimo dándole vueltas, abarcarlo con las manos, interactuar y jugar con el.
Hay muchos ejercicios diferentes para calentar (Cada maestrillo tiene su librillo), pero si debemos intentar que nuestros porteros calienten de la misma manera y con la misma metodología, eso nos dará prestancia y calidad al club. Hay que proporcionarles una tabla de calentamientos, para que la aprendan de memoria y lo ejecuten antes de los partidos. Haciéndoles ver que deben calentar todas la articulaciones, cuello, espalda, hombros, brazos, muñecas, dedos, cadera, rodillas, tobillos etc...
Una vez que empezamos los ejercicios con balón, aéreos, caídas, despejes, el jugador debe exagerar todos los gestos y voces pidiendo la pelota como en situación de partido, actuar con agresividad hacia cada balón, para, hacer ver al equipo contrario, que allí hay un portero y que no se lo va ha poner fácil. Aquí comienza la guerra de intimidación hacia el otro equipo, que por supuesto ven y oyen al guardameta cuando se ejercita. No debemos permitir que nos vean apatico, nervioso e indeciso. Así les demostramos que estamos preparados para lo que venga, y así también le demostramos a nuestros compañeros que pueden confiar en nosotros. Hay que hacer saques de bolea, de suelo y también con la mano, una vez que ya estamos calientes. No vaya ha ser que en el primer golpeo del partido nos lesionemos.
Cuando el entrenador general llama a todo el equipo para dar las ultimas instrucciones el portero debe llegar al vestuario ligeramente sudado, pero no cansado en exceso. Debemos seguir moviendonos para no quedarnos fríos.
En otro articulo daré unos ejercicios de calentamiento, pero ya digo cada entrenador tiene su formula.
Pero eso si los chavales deben darse cuenta de la importancia de calentar y de estirar, para prevenir lesiones y estar preparado para cualquier eventualidad en el juego.
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