martes, 2 de marzo de 2010

LA PSICOLOGIA Y EL PORTERO


Todo aquel que haya practicado algún tipo de deporte -sin necesidad de haber sido profesional del mismo- sabe de la importancia del estado de animo con el que se afronta la competición e incluso los entrenamientos. Al margen de ser mas o menos capaz técnica y físicamente, el estado de animo -lo que popularmente se conoce como la moral- es muy importante para conseguir un buen rendimiento deportivo.
Esta claro que el entrenador no es psicólogo, o por lo menos no todos, pero tiene que tratar de entender y motivar a sus pupilos.
Con el nivel de esfuerzo, mental y físico que requiere la practica deportiva regular, la motivación es imprescindible si se quiere obtener éxito.
El compromiso adquirido al jugar en un equipo, asistir a los entrenamientos con buena predisposición a pesar de las inclemencias del tiempo, soportar golpes, lesiones y frustraciones, son aspectos que sin una motivación suficiente terminan por abocar al abandono. Al principio esa motivación esta en cada uno de los que empieza a practicar un deporte, es trabajo del entrenador mantenerla y aumentarla.
Debemos alentar a los chicos y recriminarles cuando hacen algo mal, pero siempre enfocándolo por el lado positivo de la situación, en cada fallo buscarle las vueltas y redirigirlo hacia una situación positiva, el estar continuamente chillandoles no contribuye a una buena predisposición por parte del chaval.
En nuestro caso lo que nos ocupa es la portería, como ya he dicho en alguna ocasión el lanzar balones a la escuadra -cosa que hacemos bastante bien- donde el portero entrenando no pueda llegar, lo único que hace es minar su confianza y auto-estima, sin realizar el trabajo que buscamos en este caso, que es que el portero trabaje. La motivación la conseguiremos lanzándole balones -que aunque no sean fáciles- el pueda llegar a desviar o detener, con esto además de trabajar en condiciones favorables su auto-estima mejorara notablemente. Debemos hacer ver a los compañeros que nos ayuden en las tareas de golpeo a portería de la importancia de que el guardameta pueda llegar a detener esos balones que lanzamos, ya que en muchas ocasiones juegan entre ellos a ver quien la aleja mas del portero con disparos a la escuadra, vaselinas y demás lindezas, al fin y al cabo son muy jóvenes la mayoría.
Otra causa de motivación es , poner como ejemplo a porteros de elite, admirados por los chavales, remarcando el esfuerzo que ha tenido que hacer para lograr ese nivel que el chico admira.
Es también importante para mantener la motivación ser realista en los objetivos marcados y no intentar imposibles, ser justo con el portero y adecuar los ejercicios a su nivel e ir aumentándolos paulatinamente, así el mismo ira notando la mejoría con lo que su motivación o "moral" también crecerá.
Conviene recordar que estamos entrenando en su mayoría a niños y jóvenes en proceso de maduración y aprendizaje en la vida, que no disponen aun de recursos personales suficientes para afrontar situaciones que nos pueden parecer irrelevantes a los adultos pero que son de suma importancia para ellos.
No quiero que se me olvide que también debemos tener en cuentas cuando han pasado una lesión, una gripe o están en periodo de examenes o que el ambiente de casa sea el idóneo, ya que todo esto mermara sus cualidades y debemos ser capaces de hacer en la medida de lo posible que lo superen. Recordemos que tenemos la obligación de formarlos como deportistas, pero también podemos hacerlo como personas.
Viviendo a la competición es frecuente que en situaciones comprometidas los jóvenes jugadores estén nerviosos. Aunque la competición pura y dura no es el objetivo principal del fútbol base, es inevitable ese miedo al fallo, a perder, a el que pensara de mi el entrenador. Hemos de hacerle ver que el fútbol en si debe ser un divertimento y que tiene que disfrutar de ello, no es lo mas importante el ganar o perder, sino hacerlo con deportividad y aprendiendo de las situaciones vividas, al fin y al cabo como siempre digo esto no es mas que un juego.
Enseñaremos a los jóvenes deportistas que los porteros de mas éxito asumen con naturalidad lo errores que cometen durante un partido sin desmoralizarse y siendo capaces de seguir rindiendo. No viven el fallo como una tragedia, sino como una jugada mas. Cuando el que falla es un compañero, no le recriminan sino que le animan. El deportista de alto rendimiento es el que posee una elevada auto-estima y esta seguro de sus cualidades.
Si somos capaces de inculcar a los chavales que entrenamos todo esto, unido a una buena preparación física, una buena técnica y buenas nociones de táctica, conseguiremos porteros con alto grado de efectividad y de confianza, que como ya he dicho oTras veces se contagia al equipo.

Fuentes: MANUAL PARA EL ENTRENAMIENTO DE PORTEROS DE FUTBOL BASE (Aitor Ares y Francisco Chicharro) y propias.